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Cómo reducir tus gastos básicos sin sacrificar tu salud y bienestar

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Introducción

La economía personal es una parte crucial de la vida adulta. El control de los gastos es importante para poder llegar a final de mes, pero a menudo se pueden hacer cambios para reducir los gastos básicos sin sacrificar el bienestar y la salud. Cuando la economía es inestable, es crucial reducir los gastos básicos para tener un colchón económico suficiente.

Gastos Básicos y no tan básicos

Los gastos básicos son aquellos que se deben hacer para sobrevivir. Algunos de ellos incluyen la vivienda, la comida, el transporte y la atención médica. A menudo, estos son los gastos que se pueden reducir, pero es importante no olvidar los gastos no tan básicos que también pueden ser un gran banco para nuestro presupuesto.

Vivienda

En la mayoría de los casos, la vivienda es el gasto más grande. Buscar alquileres más baratos, compartir casa con otras personas o incluso mudarse a una zona menos cara son opciones a considerar si la vivienda aumenta demasiado nuestro presupuesto.

Comida

Comer sano es cara, pero siempre es posible hacerlo de forma saludable y con un precio razonable. Conocer las frutas y verduras de temporada, cocinar en casa y reducir la compra de alimentos procesados son las mejores opciones económicas y saludables.

Transporte

En las grandes ciudades el transporte público es la opción más conveniente. Si vivimos fuera de la ciudad, puede que nos cueste más llegar al trabajo, pero también hay opciones económicas, como compartir coche o usar bicicleta.

Atención médica

Aunque la atención médica es un gasto básico muy importante, podemos encontrar por internet muchas recomendaciones de salud y de cómo prevenir enfermedades. Además, si necesitamos medicamentos, podemos usar genéricos, preguntar a nuestros médicos por opciones más económicas o incluso buscar una farmacia que tenga mejores precios.

Gastos no tan básicos

Los gastos no tan básicos son aquellos que no necesitamos para sobrevivir y que, por tanto, es más fácil reducir. Algunos de ellos incluyen la ropa, las vacaciones, la tecnología y los productos de belleza.

1. Compra en cantidad y congelar

Si nos encontramos una buena oferta es una buena opción comprar en cantidad. Si compramos productos a granel, los podemos congelar y usarlos en otro momento. Además, si hacemos comida para varios días, podremos usar las sobras para la comida de otro día.

2. Usa la tecnología de forma responsable

En nuestros tiempos, la tecnología es un elemento imprescindible en nuestras vidas. Pero es importante usarla de forma responsable. Evita caer en compras por impulso o invertir dinero en la última tecnología solo porque es nueva.

3. Apuesta por la ropa de calidad

Comprar ropa de calidad es una buena inversión porque durará más tiempo que ropa más barata. Además, ropa de calidad también puede conseguirse de segunda mano.

4. Haz una lista de la compra

La mejor forma de controlar nuestro gasto en comida es haciendo una lista de lo que necesitamos antes de ir al supermercado y no comprar más allá de lo que está escrito en el papel. De esta manera controlaremos mejor todo lo que necesitamos y evitaremos gastar en cosas innecesarias

5. Revisa tus suscripciones

Es importante revisar nuestras suscripciones. Hay muchas que no usamos y que nos cobran todos los meses. Si eliminamos algunas de ellas, podemos ahorrar mucho dinero al final de año.

Conclusión

Reducir los gastos básicos no significa sacrificar nuestra salud y bienestar. Hay muchas opciones para controlar nuestros gastos y llevar una vida económica más saludable. Es solo cuestión de analizar nuestras necesidades y saber dónde podemos hacer recortes.