Introducción

El presupuesto es una herramienta fundamental en la gestión de las finanzas personales. Un buen presupuesto permite mantener el equilibrio financiero, evitando caer en deudas o desequilibrios que pueden comprometer la economía familiar. En este artículo, vamos a hablar de la importancia del presupuesto en los gastos básicos, es decir, aquellos gastos que son necesarios para la subsistencia y que deben estar presentes en todo presupuesto.

¿Qué son los gastos básicos?

Los gastos básicos son aquellos que debemos asumir para satisfacer nuestras necesidades más básicas. Entre ellos podemos encontrar:

• Alimentación
• Vivienda
• Luz, agua y gas
• Transporte
• Salud

Estos gastos son los que deben tener prioridad en nuestro presupuesto, ya que son los que no podemos evitar sin poner en riesgo nuestra salud y nuestra calidad de vida. El presupuesto es una herramienta clave para la planificación de los gastos básicos. Una vez que conocemos cuáles son nuestros gastos básicos, podemos asignarle un porcentaje del presupuesto total, asegurándonos de que estos gastos estén siempre cubiertos. Además, el presupuesto nos permite controlar esos gastos. Si hacemos una previsión de lo que vamos a gastar en cada uno de los gastos básicos, podremos comprobar si nuestro gasto real coincide con lo previsto. De esta forma, podremos ajustar nuestros gastos antes de que sea demasiado tarde.

Gastos básicos y ahorro

El presupuesto también nos permite ahorrar en los gastos básicos. Por ejemplo, en el caso de la alimentación, podemos ajustar nuestro presupuesto planificando los menús, comprando sólo lo que necesitamos, utilizando cupones y comprando productos de temporada. De esta forma, podremos reducir nuestro gasto en alimentación sin renunciar a una dieta saludable. En el caso de la vivienda, podemos buscar opciones más económicas, como compartir piso o mudarnos a una zona con precios más bajos. También podemos reducir nuestro gasto en energía eléctrica y gas aprovechando al máximo la luz natural, cerrando puertas y ventanas cuando no estamos en casa, y utilizando electrodomésticos eficientes.

El presupuesto y los imprevistos

Otro de los beneficios del presupuesto es que nos permite estar preparados para los imprevistos. Sabemos que a veces surgen gastos que no podemos prever, como una avería del coche o una enfermedad repentina. Si nuestro presupuesto tiene en cuenta un margen para posibles imprevistos, podremos afrontar estos gastos sin que afecten a nuestra economía. Es decir, tendremos un colchón financiero para responder a situaciones no planificadas.

Conclusión

En definitiva, el presupuesto es una herramienta fundamental en la gestión de las finanzas personales, especialmente cuando hablamos de los gastos básicos. Nos ayuda a planificar, controlar y disminuir nuestros gastos, a la vez que nos asegura la cobertura de esas necesidades básicas que son imprescindibles para nuestra subsistencia. No es necesario que seamos expertos en finanzas para hacer un presupuesto. Con dedicación, paciencia y un poco de sentido común, podemos asegurarnos de que nuestros gastos básicos estén cubiertos y proteger así nuestra economía personal.